LA LIBERTAD

“La libertad Sancho… es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida. Y por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”.
La libertad… (no el libertinaje) nada mejor que un alma libre de ataduras… ¿cuales? soberbia… orgullo… vanidad… vergüenza… miedo(a la muerte, a la enfermedad, a la pobreza, a no ser amado, a la crítica, a la vejez solitaria).

Por un lado y siendo mas específico, creo que no puedes atarte a una casa, un hombre (o mujer), una familia, un trabajo a costa de tu libertad interior. Lo que ganas es muy poco comparado con lo que pierdes. El sabor amargo que sientes por tu comportamiento no es otra cosa que la insatisfacción de hacer algo que va contra tu naturaleza.

Amar en libertad… eso es lo que quiero, sin las ataduras de los compromisos que matan el romance (sabes cuanto tiempo consume el ser humano tratando de complacer a los demás por obligación y no por gusto?).

Amar en libertad… sin la necesidad de poseer, de adueñarse de alguien, de querer controlar su tiempo, sus amistades, sus sueños , sus ambiciones… Amar en libertad y libertad para amar… sin controlar la vida de nadie ni ser controlado jamás.

Amar en libertad… no soy tuyo, no eres mía… no me perteneces, no eres mi dueña.

Pero son tantos los convencionalismos, los derechos y obligaciones de una pareja… que amar y ser amado deja de ser interesante… porque al conocerse cada vez mas, sabiendo lo que a la otra persona le agrada y le molesta, muchas veces se dá no por la satisfacción de dar, sino porque uno sabe que la otra persona espera eso… y eso, también es perder libertad.

Porque para ser feliz no necesito amarte ni que me ames… ni pedirte ni que me pidas… precisamente porque soy libre… el amor que te doy es mas sincero porque es natural, no tiene que buscar como agradar, no tiene que corresponder o ser correspondido, solo existe.

Precisamente porque eres libre, cuando me amas sé que no lo haces por corresponder a nada, ni por obligación, sino porque disfrutas tu entrega.

Precisamente porque soy libre, puedo darte todas las cosas que no me pides, todos los deseos que no conoces…

y todos los placeres que podemos descubrir juntos en absoluta libertad.