SOLEDAD

A veces me cansa la soledad…

Y siento un enorme necesidad de cariño… de aprecio… de saber que alguien piensa en mi…. y me espera en algún lugar.

A veces me hace falta una caricia… un abrazo… un beso… una sonrisa de aprobación o un gesto de falso enojo.

A veces extraño demasiado su voz… que era como música para mis oídos… y extraño sus palabras que me hacían soñar.

Es entonces cuando pienso que me equivoqué, que no debí dejarla ir, que sin ella no estoy completo y que la otra mitad que me falta, es la única que vale la pena en la vida.

Es cuando salgo a buscarla… y visito los lugares donde estuvo para respirar su aroma… y voy a donde se que puedo encontrarla y me quedo horas contemplándola… mirando como hace su vida sin que ella sepa lo cerca que estoy.

Y siento un deseo incontenible de hablarle y me siento dispuesto a acercarme a ella, a romper el silencio y dejar para siempre esta vida sin sentido, a cambio de compartirlo todo con ella… y recibir de ella un poco de lo que necesito… de lo que me hace falta… de lo que extraño.

Luego la veo sonreir… la veo enfrentarse con valentía a los retos de la vida y la veo rodeada de sus amigos… La veo contenta… o al menos lo parece… La veo crecer como mujer y, aunque sienta celos, la veo dispuesta a dar y recibir amor.

Entonces… solo entonces… me deshago de pensamientos egoistas y regreso a mi realidad y se, aunque me cueste aceptarlo… que su vida sin mi va mejor… y que la mía, de alguna forma tiene sentido… sabiendo que ella es feliz.